En estos días, donde
tenemos nuestras ventanas de par en par del alma, abiertas a una esperanza, hemos
avanzado en nada en ser fuertes y capaces de todo, incluso somos codiciosos de ganancias
y a la esperanza, porque, por qué no decirlo, se siente en el aire, en los
gestos, lo dicen las miradas, estamos asustados y a veces perdidos. Hemos aprendido
a seguir todos juntos, porque no podíamos seguir cada uno por su cuenta.
Estamos reescribiendo
la historia, estamos reescribiendo nuestras vidas, esas vidas que se encuentran
en manos de sanitarios, transportistas, reponedores, empleados de
supermercados, personal de primera necesidad, agua, electricidad, a esos
voluntarios que se están encargando de hacer a mano una y cuantas mascarillas
hagan falta para paliar la falta de ellas, en hospitales y todos aquellos que están
trabajando para que nuestras vidas no se encuentren afectadas, más aún de lo
que se encuentran. GRACIAS A CADA UNO DE ELLOS, son el soporte vital de nuestra
comunidad, de nuestras vidas. GRACIAS.
Pienso y pienso, y
siempre hay una palabra de ESPERANZA, una palabra que hace que una sonrisa
salga levemente de mis labios, una sonrisa que se hará aun mas grande, cuando
todo esto acabe, cuando nuestras vidas, vuelvan a una normalidad calmada,
calmada en todos los sentidos, no creo que nadie deje pasar como una anécdota lo
que nos está ocurriendo, por eso ahora debemos ser fuertes, debemos sentirnos
capaz de salir adelante, de volver a lo cotidiano, sin prisas, pero sin pausa.
Un día mas se presenta
como otro más, quedándonos en casa, dejando que el maldito bichito muera poco a
poco, cosa que ocurrirá, porque como dije antes, siempre hay esperanza.
Hacemos actividad física
en casa, imaginando que nos encontramos en mitad del camino, en mitad de una
libertad perdida por unos días, pero que tu imaginación hace que cuando andas,
corres o haces otra cosa te trasporta a lugares ya vividos anteriormente.
Correr, mata el bicho con el calor de tu cuerpo, no deje que te gane esta
batalla, porque entre todos ganaremos la guerra. Por favor quédate en casa, quédate
donde mejor puedes estar, en CASA
Espero que os encontréis
bien todos dentro de lo que cabe y en poco tiempo estaremos en la calle, en los
caminos, cogiendo de nuevo nuestra forma física anterior, que, aunque cueste al
principio, después de tanta inactividad, volveremos a nuestro cauce, ese cauce
que nos hace más fuertes, más enérgicos
#YoMeQuedoEnCasa
No hay comentarios:
Publicar un comentario