jueves, 2 de abril de 2020

PENSAMIENTOS

Vuelta tras vuelta a mi pasillo, donde hago mi corriandaina casi diaria, vuelta tras vuelta siento como el sudor empieza a cubrir mi cuerpo, y no es por seguir en forma, simplemente por mover el cuerpo, que no sea una constante monotonía que los quehaceres diarios en la casa.

Siento que me falta algo en esos momentos, pienso y pienso que puede ser. Al fin caigo en la cuenta que lo que me falta es ese aire, frío o caliente que acaricia mi cara, esas gotas de agua cuando llueve o ese sol abrazador del verano.


Quizás sea eso o no, pero pienso en ello mientras ando o corro. Quizás lo que me falta son metros lineales donde correr, esos metros que cada día me acercaban a la gloria, a mi gloria del deber cumplido, de los deberes hechos en mis entrenamientos.


Cansado y abatido, en esas carreras donde a veces lo daba todo pero que siempre me dejaban satisfecho, unas veces mas que otras, pero satisfechos.


Esa sensación de libertad, es lo que echo de menos, esa sensación de viento y lluvia, de frio y calor, de soledad, esa soledad que solo el correr te puede dar, aunque vayas acompañado. Me falta esa lucha interior conmigo mismo, me falta ese luchar contra los elementos y tu cuerpo, me falta esa paz que me da el correr, esa paz que tu solo comprendes.


Me falta también esa voz que siempre me acompaña y me da ánimos, me da fuerzas para terminar, aunque vayas cansado, agotado, perdido por esos caminos.


Pero mi mente vuelve a la realidad, volverá, claro que volverá, con mas ganas con mas ímpetu, con otra forma de libertad, de otra forma de afrontar la vida y el futuro. Vamos chaval, esto pasará porque pasará evidentemente y te sentirás mas fuerte, mas libre, mas deseoso, de hacer aquello que siempre has querido, porque después de esto, después de correr por pasillos, salones, cocinas, que no serás capaz de hacer, ya no habrá nada que te pare, no habrá nada que pueda contigo, porque eres fuerte y eres lo mejor que hay en ti.


Y entre pensamiento y pensamiento, me digo, hasta el final lucharé, porque yo estoy en casa porque yo, me quedo en casa, porque entre todos venceremos.


#YoMeQuedoEnCasa




domingo, 29 de marzo de 2020

GRACIAS A TODOS Y SIEMPRE HAY ESPERANZA


En estos días, donde tenemos nuestras ventanas de par en par del alma, abiertas a una esperanza, hemos avanzado en nada en ser fuertes y capaces de todo, incluso somos codiciosos de ganancias y a la esperanza, porque, por qué no decirlo, se siente en el aire, en los gestos, lo dicen las miradas, estamos asustados y a veces perdidos. Hemos aprendido a seguir todos juntos, porque no podíamos seguir cada uno por su cuenta.

Estamos reescribiendo la historia, estamos reescribiendo nuestras vidas, esas vidas que se encuentran en manos de sanitarios, transportistas, reponedores, empleados de supermercados, personal de primera necesidad, agua, electricidad, a esos voluntarios que se están encargando de hacer a mano una y cuantas mascarillas hagan falta para paliar la falta de ellas, en hospitales y todos aquellos que están trabajando para que nuestras vidas no se encuentren afectadas, más aún de lo que se encuentran. GRACIAS A CADA UNO DE ELLOS, son el soporte vital de nuestra comunidad, de nuestras vidas. GRACIAS.

Pienso y pienso, y siempre hay una palabra de ESPERANZA, una palabra que hace que una sonrisa salga levemente de mis labios, una sonrisa que se hará aun mas grande, cuando todo esto acabe, cuando nuestras vidas, vuelvan a una normalidad calmada, calmada en todos los sentidos, no creo que nadie deje pasar como una anécdota lo que nos está ocurriendo, por eso ahora debemos ser fuertes, debemos sentirnos capaz de salir adelante, de volver a lo cotidiano, sin prisas, pero sin pausa.

Un día mas se presenta como otro más, quedándonos en casa, dejando que el maldito bichito muera poco a poco, cosa que ocurrirá, porque como dije antes, siempre hay esperanza.
Hacemos actividad física en casa, imaginando que nos encontramos en mitad del camino, en mitad de una libertad perdida por unos días, pero que tu imaginación hace que cuando andas, corres o haces otra cosa te trasporta a lugares ya vividos anteriormente. Correr, mata el bicho con el calor de tu cuerpo, no deje que te gane esta batalla, porque entre todos ganaremos la guerra. Por favor quédate en casa, quédate donde mejor puedes estar, en CASA

Espero que os encontréis bien todos dentro de lo que cabe y en poco tiempo estaremos en la calle, en los caminos, cogiendo de nuevo nuestra forma física anterior, que, aunque cueste al principio, después de tanta inactividad, volveremos a nuestro cauce, ese cauce que nos hace más fuertes, más enérgicos

#YoMeQuedoEnCasa

jueves, 26 de marzo de 2020

ESPERANZA

Hoy mientras hacía cosas en mi casa, escuchaba a Triana, grupo de rock andaluz liderado por Jesús de la Rosa, y me llego esa canción del disco Hijos del Agobio, “Necesito” donde dice:


Necesito un silencio
Alguien que comprenda
Y que sepa escuchar
Porque la vida se me va
Y del pasado no voy a vivir

He pensado en estas palabras, escritas en 1977, palabras que siempre están ahí, palabras a las que muchas veces nos aferramos, necesitamos ese silencio, ese silencio que es tu compañero de viaje en esas carreras, por caminos vacíos, o quizás por calles lenas de peatones, que estorban a veces nuestra carrera. Llegará un momento y espero que no muy lejano que de nuevo sintamos esas sensaciones de soledad y silencio, donde esa voz que a mi siempre me acompaña, nos perdamos por mundos de fantasía y deseos.

Un silencio a veces, solo roto por el ruido de nuestras zapatillas en rozar el suelo, ese silencio y esa soledad, que como comentaba Alberto Arranz el otro día, “Soledad, amiga a quien con temor nos acercamos y que al final caminamos felices bajo su protección. Esto solo lo entiende un runner” y cuánta razón tiene Alberto, en que pocas palabras define un sentimiento tan abstracto y a la vez tan profundo.

Volveremos a la normalidad, pero nunca olvidando el pasado, que, aunque como dice la canción, no vamos a vivir del pasado, si recordarlo, si recordar esa fragilidad de la vida. A partir de ahora viviremos, y lo haremos mas intensamente, sabiendo valorar las cosas pequeñas que nos rodean, sabiendo en cada momento, volveremos a la normalidad, volveremos a vivir la vida, una vida siempre llena de esperanza, que como le decía el otro día a una persona por privado mas o menos estas palabras “se de esa soledad que buscas y añoras en la multitud, esa soledad, que te habla y te arropa, esa soledad amiga y enemiga a la vez. La esperanza es aquello que siempre está en nuestras vidas, aunque no la veamos, aunque no la sintamos, ella es eso, esperanza. Esperanza de vivir un día más, la esperanza de morir en paz y en la tranquilidad, la esperanza de ser valiente, la esperanza de querer durante toda tu vida a tus hijos, esa esperanza que a veces nunca llega, pero que siempre la tenemos ahí.”

Y la vida continuará, continuará y volveremos a la normalidad, una normalidad, marcad por un antes y un después.

Por favor, se sensatos, quedaros en casa todo el tiempo posible, porque de nosotros depende que esto llegue a su fin, que llegue a esa normalidad deseada.

#YoMeQuedoEnCasa

lunes, 23 de marzo de 2020

SOLEDAD


Soledad que me has acompañado durante toda mi vida, ahora te haces más latente, desde mi alféizar al mirar al exterior, ese exterior vacío, solo lleno de aire y recuerdos.
Que fácil ha sido siempre, pensar en ti, saber lo que tengo que hacer, programar cada día, cada semana, cada carrera en la que quieres competir, ¿pero ahora qué?, mirar y releer todo aquello que te pueda ayudar para hacer eso que te gusta en casa. Cosa nueva para todos. Ahora me doy cuenta que eres mi amante, mi deseo de cada día, no sabes como te echo de menos. Contigo me reía, te veía cada día, tu voz me acompañaba siempre y me dabas ánimos cuando desfallecía. Rutas inexploradas que buscaba y me decías, venga, vamos a ello, si te pierdes, nos perdemos juntos.
Te hablo como lo que eres, mi amor en la vida, mi deseo de cada día, mi anhelo en la soledad, mi recuerdo cuando me encuentro perdido, eres esa pequeña cosa que me acompaña siempre, en la que piensas, con la que ríes, al recordar anécdotas, eres a quien mas echo de menos en estos momentos, no te vaya nunca de mi vida, te necesito, porque contigo siempre he encontrado la felicidad.
¿A dónde vas loco?, mi respuesta siempre la misma, voy corriendo en busca de mi felicidad, esa felicidad que tiene nombre.
Soledad a veces necesaria y otras obligada por las circunstancias, no creas que te echaré de menos cuando te vayas, pero eso sí, no te vayas muy lejos, porque a veces te necesito.
Vamos todos juntos a superar esto, vamos todos a volver a encontrar nuestra felicidad, pero ahora más que nunca, será nuestra compañera siempre de viaje, vamos porque la mejor manera de superar esto ahora mismo es quedándote en casa. Coopera, se solidario y quédate donde debes estar. 
#YoMeQuedoEnCasa

sábado, 21 de marzo de 2020

SILENCIO



Silencio, ese silencio al que le puso sonido Simon & Garfunkel, durante toda la historia de la humanidad, ha habido tiempos de silencio, el de los oprimidos, el de los enfermos, los raptados y prisioneros, los de las dictaduras y muchos mas silencios que no voy a enumerar, pero sacar cada uno de vosotros un silencio en vuestras vidas.
Quizás ahora sea ese momento de silencio, donde solo lo rompemos con unos aplausos a nuestros sanitarios, que luchan día a día con un enemigo desconocido, con un enemigo al que no tienen armas aun para combatir, una lucha a priori que perderá la humanidad. Pero como se dice siempre, las guerras no la ganan una sola batalla, sino una suma de ellas. La historia nos demuestra, nos enseña, que ella es escrita siempre por los vencedores, los que rompen el silencio, porque el perdedor, queda sumido en ese silencio, quizás a veces en el olvido, y eso va a ocurrir ahora, nosotros, la humanidad, será quien rompa ese silencio, quien escriba de nuevo a la historia, esa historia, esa vacuna que mate al maldito bichito, que nos está devorando poco a poco.
Quizás sea una advertencia de la naturaleza, lo frágiles y vulnerables que somos, quizás aprendamos de esto, o quizás no, no lo puedo decir, ni tan siquiera imaginar que pasará en el día después, en un futuro, no muy lejano, cuando volvamos a la normalidad, cuando volvamos a nuestra vida cotidiana, a nuestros puestos de trabajo, porque eso sí, podemos vivir sin aquello que nos parecía muy importante, podemos vivir, no solo para trabajar y hacer compras compulsivas, como si nuestra vida dependiera de ello.
Podemos vivir con nuestra familia, podemos dedicarle mas tiempo y dejar de perder el tiempo con banalidades innecesarias que no nos aporta ni nos enseña nada. Podemos dedicarle mas tiempo a nuestro ocio, a nuestras aficiones, esa que teníamos abandonadas por falta de tiempo, pero hemos visto, que el tiempo no es nada, simplemente tiempo, ese que necesitamos todos para poder “VIVIR” y digo vivir en mayúscula, porque quien no se relaciona, quien no se divierte, quien no pasa tiempo con sus familiares y amigos, ese que solo vive para trabajar, ese trabajo que nunca aporta nada, solo una forma de vida, para poder subsistir en esta sociedad de consumismo y derrota.
Nosotros ahora parados, se ha detenido el tiempo, para reflexionar, sobre cuestiones mas importantes. Los que corremos volveremos a patear esas calles, esos caminos con mas ansia, con mas sabor de batalla ganada, con mas sabor de disfrutar de aquello que nos gusta, porque un maldito bichito, ha estado a punto de quitarnos todo eso. Luchemos, seamos sensatos, cuidaros, cuidar de nuestro mayor tesoro, nuestra familia, porque nuestra lucha ahora es quedándonos en casa.


#YoMeQuedoenCasa